Las mascotas en el mundo laboral: el surgimiento de una nueva tendencia en las políticas de bienestar – HumanNet

Las mascotas en el mundo laboral: el surgimiento de una nueva tendencia en las políticas de bienestar

Cada vez son más los hogares alrededor del mundo que cuentan con la compañía de una mascota. Ya sea un perro, un gato, un conejo o incluso animales menos convencionales, lo cierto es que estos pacíficos compañeros se han transformado en miembros integrales de las familias contemporáneas.

En Chile, se estima que al menos 3 de cada 4 hogares tienen actualmente una mascota. Significa que alrededor del 75% de los núcleos familiares del país conviven a diario con un animal doméstico. Una cifra que da cuenta de la solidez que ha adquirido este vínculo afectivo.

Y es que los beneficios de contar con una mascota son múltiples. Desde brindar compañía constante y alegría cotidiana, hasta mejorar los estados de ánimo, reducir el estrés y fortalecer el sentido de propósito de sus humanos. Todos factores que repercuten positivamente tanto en la salud mental como física de las personas.

Pero más allá de esto, lo que se ha producido es un genuino cambio cultural: las mascotas han dejado de ser vistas únicamente como animales de compañía para pasar a ocupar roles más profundos dentro de los núcleos familiares. Hoy son considerados verdaderos miembros de la familia, con sus propias personalidades, gustos y formas de relacionarse. Así, se entiende que su bienestar emocional y físico se constituye como un aspecto prioritario para sus cuidadores humanos. Preocuparse por su alimentación, salud, entretención y cuidados integrales es parte constitutiva de la responsabilidad adquirida al adoptar o comprar una mascota.

La creciente relevancia de las mascotas en la sociedad

Ante este contexto de creciente valoración social de las mascotas y el fortalecimiento progresivo del vínculo humano-animal que se está produciendo transversalmente, no es de extrañar que su importancia haya empezado también a permear otras esferas de la vida humana. Particularmente, el ámbito laboral.

Cada vez más personas llegan al mundo del trabajo con una mascota ya incorporada en sus rutinas y entornos familiares. Y esta situación -que probablemente seguirá intensificándose con las nuevas generaciones- requiere ser abordada por las organizaciones desde una perspectiva integral de bienestar.

Bajo esta premisa, es que han empezado a surgir iniciativas orientadas específicamente al bienestar de las mascotas de los empleados, principalmente en empresas internacionales. El epicentro de esta tendencia se encuentra en Estados Unidos, pero también se está expandiendo de a poco a otras regiones.

Impactos positivos comprobados

Más allá de constituir potencialmente un diferenciador importante en términos de employer branding, lo cierto es que las políticas pet friendly tienen el potencial de generar beneficios concretos tanto para empleadores como colaboradores. Por ejemplo, hay estudios que vinculan su implementación a mayores niveles de compromiso organizacional y satisfacción laboral reportadas por los empleados, junto con una reducción en sus niveles de estrés personal.

Esto se explicaría justamente por la validación y apoyo que la empresa entrega de esta forma hacia una causa prioritaria en sus vidas: el bienestar de unos seres profundamente amados y valorados. A esto se suma también el ahorro de tiempo y complejidad logística que conllevan beneficios como licencias veterinarias o seguros de salud para mascotas.

Finalmente, la decisión de implementar este tipo de políticas también debe considerar potenciales complejidades legales en caso de accidentes. Sin duda un aspecto a revisar detalladamente antes de su puesta en marcha en cualquier organización. Si bien aún es incipiente, la tendencia global apunta a una integración cada vez mayor de las mascotas al ámbito laboral, como parte de una comprensión más profunda de su rol vital en el bienestar emocional de las personas y las familias. Una tendencia que tiene sentido potenciar, siempre que se realice a través de un genuino proceso de evolución cultural.

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