El salario emocional, un factor decisivo para retener talento en las empresas
Hasta no hace mucho tiempo, mantener un mismo empleo durante el máximo tiempo posible era un objetivo claro para la gran parte de los trabajadores. La seguridad laboral era la garantía para poder disponer de ingresos que permitieran acceder a comodidades y desarrollar proyectos a largo plazo como adquirir una vivienda, formar una familia o establecer patrones de ocio que supusieran un desembolso importante.
Sin embargo, las nuevas tendencias parecen ir por otro lado. Y son los datos los que confirman esta afirmación. Hace pocos días conocimos que 2022 ha sido el año en que más trabajadores habían renunciado a su empleo desde que se tienen registros en España. En concreto, las dimisiones superaron las 70.000, según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, lo que implicaba un incremento del 170% respecto al año anterior. Y todo ello en un ejercicio en que la crisis de Ucrania, la inflación desaforada y el aumento del precio de los combustibles situó a los ciudadanos en un contexto de incertidumbre que, en principio, debería haber conducido a posiciones más conservadoras en materia laboral.
Es difícil explicar por qué ocurre esto, ya que cada caso particular tiene una coyuntura específica. Por un lado, no es desdeñable que, pese al miedo a una posible crisis, el mercado laboral ha tenido un buen comportamiento en 2022, superando por primera vez la barrera de los 20 millones de afiliados a la Seguridad Social. Esto genera la sensación en muchos perfiles de que existen oportunidades de trabajo y alientan la búsqueda de empleos con mejores condiciones.
Y precisamente esto, las condiciones laborales, es otra de las posibles causas.
Los salarios precarios son una realidad en España, más si los comparamos con los países del entorno. Pero, por primera vez en la historia, y pese a que el sueldo es, evidentemente, un condicionante clave, no es lo único que importa.
La sensación de sentirse valorado y recibir prestaciones adicionales que faciliten la vida personal por parte de la empresa desempeña también un papel clave a la hora de mantenerse o no en el trabajo. Es decir, lo que se ha venido en llamar el salario emocional es hoy más importante que nunca.
Cuando hablamos de salario emocional lo hacemos refiriéndonos a todos los beneficios laborales que no tienen por qué ver solo con el dinero que se recibe por hacer el trabajo y que provocan que este resulte más atractivo. En este sentido, podríamos incluir diferentes elementos como la conciliación laboral, la posibilidad de trabajar en remoto, los horarios flexibles, el buen ambiente, la formación, los días de vacaciones u otro tipo de ventajas como el cheque guardería, la tarjeta restaurante u otros modelos de retribución flexible que están parcialmente exentos de IRPF y ofrecen una sensación de compromiso entre la empresa y el empleado.
Tres claves del salario emocional para los empleados
El reciente estudio Randstad «Employer Brand Research 2022», en el que participaron 163.000 personas de 31 mercados laborales diferentes, deja bien claro que el sueldo ha dejado de ser el único punto que toman en cuenta los trabajadores para aceptar una oferta de empleo o mantenerse en la empresa en que trabajan.
Son varios los aspectos clave, relacionados todos ellos con el salario emocional, que provocan que un trabajador desee formar parte de una compañía. Veámoslos:
→ Conciliación laboral
Llama la atención que, según la encuesta de Randstad, solo el salario monetario se coloca por encima de la conciliación como factor clave para escoger la empresa en la que trabajar. Y apenas hay diferencia entre estos dos aspectos. Después de la pandemia de coronavirus, el mercado laboral ha cambiado y la posibilidad de trabajar en remoto se erige en un elemento fundamental para apostar por una compañía u otra. Pero también desempeña un papel troncal la flexibilidad horaria, la capacidad de poder mantener una vida personal compatible a la profesional.
→ Desarrollo de una carrera profesional
La imposibilidad de ascender o modificar la posición laboral a causa de estructuras demasiado rígidas ha sido uno de los principales problemas que han aquejado a las empresas españolas tradicionalmente. Por un lado, esto es un freno a la innovación, ya que impide que entren en espacios de influencia personas con una visión diferente de la habitual. Por otro, genera insatisfacción en los profesionales que consideran que su carrera se ha quedado enquistado, que ya no pueden conseguir más en su vida profesional.
La aparición de estructuras cada vez más horizontales, la transformación tecnológica y las nuevas oportunidades laborales van mejorando la situación al respecto. Sin embargo, España aún se encuentra lejos de dar las oportunidades de otros países de su entorno. Y esto es un elemento fundamental a la hora de elegir trabajo para un 78% de los empleados españoles.
→ Ambiente de trabajo
Indudablemente la relación con los compañeros, la confianza en los superiores, el ambiente que se respira en el día a día de un empleo, son clave en la satisfacción de los empleados. Para conseguirlo, es fundamental la transparencia en las comunicaciones por parte de todos los departamentos, el establecimiento de equipos capaces de ayudarse unos a otros y la puesta en marcha de planes de retribución flexible que satisfagan las necesidades de los diferentes individuos que componen la empresa.
Un buen ambiente de trabajo redunda en una mayor productividad, una óptima salud mental de los equipos y un consiguiente ahorro de costes. Todos lo sabemos. El mal ambiente acaba generando absentismo y cambios de empleo a medio plazo.
Premiar las buenas prácticas en salario emocional
Las empresas son cada vez más conscientes de esta realidad. Y es que atraer y retener talento es clave para aumentar la productividad y supone una importante reducción de costes a medio y largo plazo. Formar e integrar a nuevos trabajadores tiene un importante gasto asociado. Nada es más productivo ni resulta más beneficioso para la empresa que un trabajador satisfecho.
Precisamente, poner el foco en la importancia del salario emocional es el objetivo de la primera edición de los premios Salario Emocional. Se trata de una iniciativa de DCH -Organización Internacional de Directivos de Capital Humano-, junto a su partner UpSpain, que pretenden visibilizar las mejores iniciativas que, partiendo de las áreas de Recursos Humanos, persiguen innovar en la relación empleado-empresa y en la compensación laboral, yendo más allá del salario tradicional.
Poner en valor las acciones que incentivan mejorar el ambiente laboral y satisfacer las necesidades personales, profesionales o familiares de los individuos resulta esencial para sensibilizar sobre la necesidad de introducir un concepto, el salario emocional, que, más allá de la imagen positiva que traslada de las compañías, también implica una considerable mejora de la productividad.
En HumanNet creemos que el propósito del trabajo o «sueldo emocional» es vital para atraer y retener talento de valor. Así lo ha demostrado nuestros esfuerzos por construir un mejor mundo del trabajo y dar más y mejores oportunidades laborales para las personas.