Adiós al Liderazgo Autoritario: hola al Liderazgo Compartido

En la era actual se habla constantemente de un nuevo tipo de liderazgo empresarial, el liderazgo compartido, que es más participativo, humanista y menos autoritario. Sin embargo, la realidad demuestra que este estilo de liderazgo aún está lejos de ser algo habitual en las organizaciones.

No hay más que ver el aumento en la demanda de servicios de coaching o atención psicológica para profesionales de todo tipo, lo que indica que muchas empresas siguen estando dirigidas con mano de hierro por líderes totalitarios y egocéntricos.

Estos líderes autoritarios se enfocan en la implementación de programas y estrategias para lograr sus objetivos personales sin importar las consecuencias negativas para sus empleados, compañías o la sociedad en general.

Estos líderes son personas que han llegado a su posición a través de la eliminación de otros, con poca fe en sus propios proyectos (con minúscula, ya que no existen), y es común que tengan salarios abusivos, algo que es injusto y ofensivo.

El líder totalitario se rodea de una «guardia pretoriana» de seguidores leales, a los que ofrece una vida mejor a cambio de perder su libertad y dignidad.

Mientras tanto, profesionales talentosos sufren en un entorno donde no se reconoce su mérito y contribución real al éxito de la empresa, algo que tiene un impacto importante (a peor) en la cuenta de resultados. ¡Qué despilfarro!

Este enfoque obsoleto de liderazgo tiene graves consecuencias para las organizaciones y la sociedad en general.

Por un lado, limita el potencial y la creatividad de los empleados, al no permitirles desarrollar su trabajo de manera efectiva. Además, puede generar una cultura de miedo y opresión, lo cual afecta negativamente la moral y el bienestar de los trabajadores.

Frente a este modelo obsoleto de liderazgo autoritario está el de liderazgo compartido.

Es importante recordar que el éxito empresarial no se basa en la imposición de una figura autoritaria, sino en la colaboración y el trabajo en equipo.

En el mundo globalizado, digitalizado e interconectado de hoy, la propiedad tiene todo el derecho de defender y hacer crecer su patrimonio, pero debe aprender que el poder ya no reside en ella (en la propiedad) sino en la capacidad de la organización.

La verdadera clave para el éxito radica en el respeto hacia los empleados, la inclusión de sus ideas y su contribución en la toma de decisiones importantes.

La transformación de ideas en beneficios da lugar a nuevas empresas que fundamentan su actividad en la capacidad de integrar el talento y la creatividad individual en una dimensión colectiva.

El líder tiene que ser capaz de crearse su propia ilusión para que pueda ser compartida por sus colaboradores y por los distintos grupos de interés que participan, de una u otra forma, en la vida de la empresa.

Debemos encontrar personas, a todos los niveles, para asumir responsabilidades e iniciativas de liderazgo. Personas que haciendo uso de su conocimiento resuelvan problemas a su nivel y contribuyan a revitalizar el liderazgo compartido.

En HumanNet vemos que el liderazgo autoritario está en franca retirada de las organizaciones, dando lugar a un liderazgo más participativo y orientado a las personas, en donde la figura del líder es un facilitador de los procesos, sacando el máximo potencial de cada uno de sus colaboradores.

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