Ámbito laboral: es el momento de las relaciones estratégicas

Vivimos una época marcada por la constante irrupción de tecnologías destinadas a facilitar y mejorar los procesos; una época en la que las posibilidades de innovar, crear, sorprender e impactar, no tienen más límite que nuestra propia capacidad para sacar provecho de ellas.

Pero al mismo tiempo nos enfrentamos a una situación cambiante en la que todo sucede muy rápido y se necesitan grandes dosis de adaptación para no quedarse atrás. Lo que ayer era válido, eficiente, útil y productivo, no será suficiente mañana. Las sociedades evolucionan y con ellas también lo hacen los mercados y las empresas. Por eso, hoy más que nunca, hay que apostar por otra forma de hacer negocios.

Esta evolución ha afectado a los modelos de relación cliente/proveedor, posicionando a las relaciones estratégicas en el centro del foco empresarial. Y es que, gracias a ellas, se consigue esa flexibilidad tan necesaria y se potencia la amplitud de miras imprescindible para afrontar con éxito nuevos desafíos.

Pero ¿de qué hablamos exactamente cuando nos referimos a las relaciones estratégicas y cómo podemos trabajarlas adecuadamente?

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Tejer una red sólida y estable de relaciones estratégicas entre empresas no es algo que se consiga de la noche a la mañana. Para que el proceso funcione se necesitan dos factores: el primero de ellos, y posiblemente el más costoso, es la confianza que tiene que existir entre las partes. En este sentido es fundamental volver a humanizar el contacto entre profesionales y recuperar valores como la cercanía, la honestidad y la lealtad. Por otro lado, y este sería el segundo factor básico, hay que profundizar en el conocimiento, la innovación y la propia tecnología bien aplicada, estableciendo objetivos claros que posibiliten alcanzar los resultados esperados.

Si estos dos pilares se construyen adecuadamente, las relaciones estratégicas permitirán a las organizaciones contar con el enriquecimiento que supone una visión externa, complementaria y especializada, a través de la cual personas de diferentes ámbitos profesionales trabajarán codo a codo con sus equipos y aportarán conocimiento experto allá donde sea necesario, mientras sea necesario. Se abre así una nueva vía para:

  • Sacar todo el rendimiento al trabajo conjunto de perfiles intergeneracionales y multidisciplinares.
  • Sumar experiencias diversas.
  • Aprovechar a fondo el conocimiento experto en áreas especializadas.
  • Dotar a la compañía de mentes abiertas que permitan desaprender y volver a empezar de cero.

Todo ello sin que la empresa se vea forzada a asumir un coste fijo que sería difícil de sostener en el tiempo.

Las compañías con proyección de futuro son aquellas que saben hacer lecturas nuevas y distintas de la realidad. Y las relaciones estratégicas son, sin ninguna duda, la llave maestra que les permitirá abrir puertas hasta ahora cerradas.

En HumanNet pensamos que las organizaciones deben tomar sus decisiones con visión de futuro, en todos los planos de su quehacer. Adaptarse a los entornos cambiantes se ha convertido en una necesidad fundamental para tener éxito en los negocios y mantenerse vigente en el tiempo.

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