Entendida como una serie de actividades y tareas que efectúa un futuro profesional o técnico que trabaja de manera temporal en una organización, con la finalidad principal de aprender y entrenarse laboralmente, la práctica profesional es una excelente oportunidad para conocer el mundo laboral y aplicar los conocimientos adquiridos en la educación superior.

“En el aula, la Universidad entrega un mar de conocimientos, pero con 10 cms de profundidad. Es por ello que es en la práctica cuando los conocimientos se consolidan y van aumentando paulatinamente la profundidad que requieren alcanzar”, afirma Andrés Cardemil, nuestro CEO.

“Dicha instancia, además, es una excelente vitrina para mostrar el potencial que se posee, formas de relacionarse, construir redes, etc., como asimismo es el espacio más adecuado para realizar el necesario apresto laboral y así conseguir un empleo en el corto plazo”.

Es por todo ello que entregamos las siguientes recomendaciones a aquellos estudiantes y egresados de universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica que estén a punto de iniciar su práctica profesional:

  1. Responsabilidad y compromiso. No sólo el primer día de la práctica profesional hay que demostrar seriedad, interés y motivación, como por ejemplo llegando puntualmente a la hora establecida, jamás atrasado. A la vez, es importante que dicha conducta se mantenga invicta durante todo el periodo de duración de esta.
  2. Tomar apuntes. Como la memoria es frágil por lo general, para evitar malos entendidos o confusiones, así como para tener presente datos que sean relevantes, es importante que los practicantes dispongan de un cuaderno personal en donde anoten toda aquella información que sea clave para realizar un buen trabajo y cumplir con lo esperado.
  3. Preguntar sin miedo. Frente a las dudas o al desconocimiento, cualquier practicante no debe sentir vergüenza o temor a preguntar, ya sea a su tutor, jefe o compañeros de trabajo. De esa manera, podrá despejar las interrogantes que posee y avanzar con seguridad y claridad en su desempeño diario.
  4. Escuchar y escuchar. Una las formas más rápidas para aprender es prestar atención y foco en las explicaciones, procedimientos y tips que se reciben para cumplir así con lo exigido en la práctica. Es por ello que los practicantes deben estar abiertos a escuchar atentamente las instrucciones y directrices que reciben en cada jornada.
  5. Humildad. Otro de los caminos que ayudan a una persona a avanzar con éxito en su aprendizaje es la humildad, es decir, aquella virtud contraria a la soberbia, que permite a un individuo adquirir nuevos conocimientos o aceptar opiniones diferentes. No creerse dueño de la verdad o autosuficiente es el primer paso para crecer en la vida profesional y potenciar el aprendizaje. Asimismo, otra manifestación de humildad es atender a los consejos y pedir ayuda.
  6. Compartir y relacionarse. Es importante que los practicantes no sólo se limiten a abordar temas laborales con el resto de los miembros de la organización, sino que, además, puedan participar y conversar con ellos en instancias como la hora de colación, por ejemplo. De esta manera, tendrán la oportunidad de abordar y opinar sobre diferentes temas y conocer mejor a sus compañeros de oficina o sección.
  7. Buena disposición. Ser positivo y demostrar toda la voluntad de colaboración posible, sobre todo cuando hay mucha carga de trabajo, mostrarse como el primero en estar dispuesto a cooperar y tomar la iniciativa marca una diferencia, ya que esta actitud es muy valorada, pues contribuye al buen clima y es contagiosa.
  8. Aceptar las críticas. El alumno en práctica debe asumir que se encuentra en pleno proceso de aprendizaje y es muy probable que, durante ese proceso, que también es de inserción, surgirán críticas a su desempeño, las cuales- al ser constructivas- permiten corregir fallas y seguir avanzando en forma correcta. Hacer caso omiso a estas críticas puede resultar en un estancamiento en su proceso de aprendizaje y disminuir las posibilidades de desarrollo.
  9. Proactividad e iniciativa. Anticiparse a los hechos, antes que estos ocurran, es una cualidad muy apreciada hoy en las organizaciones, sobre todo si sabemos que el entorno actual es tan cambiante. Por ello, atreverse a aportar con ideas y sugerencias, desde una actitud de respeto, por parte del practicante, es muy bien mirado y agrega valor a su desempeño.
  10. Pedir retroalimentación. Una de las vías que tiene todo practicante para saber sobre su desempeño es, justamente, solicitar algún tipo de feedback o comentario que le permita saber sobre su desempeño, con miras a corregir ciertos aspectos y potenciar otros.