- “Bajo el modelo de las EST (Ley 20.123) se pagan íntegramente las cotizaciones previsionales, seguros de accidente y cesantía, junto con el correspondiente sistema de Salud (FONASA o ISAPRE) al igual como en cualquier empleo con contrato formal de trabajo”, destaca Andrés Cardemil, nuestro Founder & CEO.
Las recientes cifras entregadas por el INE respecto a que 2,5 millones de personas trabajan en un empleo informal en Chile son, sin duda, una mala y preocupante señal en materia de protección y seguridad social, y una amenaza cierta para nuestra economía.
Así lo afirma nuestro CEO, quien a su vez sostiene que la Ley 20.123- que entrega un marco normativo estricto a las Empresas de Servicios Transitorios (EST)- apunta justamente a combatir de manera frontal y regularizar las relaciones informales de trabajo.
“Bajo el modelo de las EST se pagan íntegramente las cotizaciones previsionales, seguros de accidente y cesantía, junto con el correspondiente sistema de Salud (FONASA o ISAPRE) al igual como en cualquier empleo con contrato formal de trabajo. Es decir, queda cubierta la Seguridad Social esencial que requiere todo trabajador”.
Asimismo, indica que si bien dicha norma tiene más de 10 años de vigencia en Chile (desde 2007), todavía no es lo suficientemente conocida, y al compararla con la realidad de economías más desarrolladas como en Europa y EE.UU., se puede señalar que aún está bastante subutilizada por las organizaciones, tanto públicas como privadas.
“Tal vez, por desconocimiento, no se ha considerado del todo bien el enorme potencial y beneficio social que tienen aparejados los Servicios Transitorios para dinamizar la economía, puesto que éstos aportan- por un lado- la necesaria flexibilidad en una economía y mercado cada vez más competitivos, pero a su vez entregan la protección y seguridad social que requiere todo empleado”.
Al respecto, Cardemil destaca que no hay que olvidar que al «formalizar» las relaciones laborales, y por tanto productivas, la autoridad puede fiscalizar, obtener data actualizada y oficial, y también mejorar la calidad del empleo al implementar políticas públicas que lleguen e impacten positivamente a una mayor población.
“De esta manera los jóvenes, por ejemplo- que son por lejos los que generalmente tienen empleos más «precarios» o «informales» (sin protección social) serían por tanto los más beneficiados si las Empresas e Instituciones en Chile emplearan más dicha normativa, pues trabajar a través de este sistema les permitiría insertarse en el mercado laboral formal, contando con la protección social y de seguridad necesaria”.
A lo anterior se debe sumar el hecho que, mediante ese esquema, aquellos trabajadores dejarían de sentirse amarrados por largos períodos a un sólo tipo de trabajo o Empresa, mientras están en su proceso de inserción al mercado del trabajo o, dicho de otro modo, mientras hacen su apresto laboral. Lo mismo podría decirse para el creciente número de inmigrantes que están llegando al país y que, muchas veces, pueden sufrir malas prácticas laborales.
Por el lado de las Compañías, nuestro CEO asevera que tales entidades- al confiar en las EST- contarían también con una potente herramienta de selección de personal, puesto que al contratar servicios transitorios tienen la posibilidad de conocer al joven, técnico o profesional en la práctica y por un período de tiempo acotado.
“Y de este modo, si ambas partes consideran que funcionan bien y la relación es de mutuo beneficio, la Empresa puede decidir internalizar a ese trabajador en forma directa y ese trabajador, a su vez, también podría querer quedarse en esa Empresa de forma más permanente. De lo contrario, ese joven podría decidir buscar otras nuevas opciones laborales, hasta encontrar lo que le satisface o aquello que está más acorde con su vocación personal en lo laboral y/o profesional”.