Sin duda, el fin de año suele estar relacionado en el mundo laboral con el cumplimiento de los objetivos y metas de las compañías, las evaluaciones de desempeño del personal, las nuevas contrataciones, elaboración del plan y presupuesto del periodo siguiente y las celebraciones corporativas (amigo secreto, fiesta de la empresa, etc.), hitos que se suman a los eventos familiares como graduaciones, Navidad y Año Nuevo.

Todo lo anterior, sin duda, genera ansiedad y nerviosismo entre los trabajadores, muchos de los cuales a estas alturas del año presentan altos índices de agotamiento físico y mental.

En este contexto, el síndrome de Burnout puede adquirir una gran relevancia sobre todo porque se trata de una manifestación de estrés continuo que es provocada por la sobre exigencia frente a una actividad que, por lo general, es laboral, lo que repercute en la capacidad de un individuo de adaptarse al entorno.

“Dada la vorágine de diciembre, muchos empleados en las organizaciones pueden desarrollar este síndrome, lo que repercutirá no sólo en su calidad de vida, sino que también en su desempeño laboral, mostrándose desmotivados, cansados o faltos de energía”, sostiene Claudio Oyarzún, nuestro gerente general.

De acuerdo a algunos especialistas en la materia, el síndrome de Burnout se identifica a través de la discrepancia que percibe una persona entre su esfuerzo personal por desarrollar una labor y las recompensas que percibe por ese ejercicio. A partir de ello, se puede identificar que los trabajadores se sienten agotados a esta altura del año, debiendo en ocasiones sobre esforzarse para enfrentar los procesos de cierre anual de las compañías, lo que se traduce en jornadas más largas y extenuantes.

Algunas recomendaciones

En este sentido, los consejos de Claudio Oyarzún para controlar el estrés que provoca el último mes del año son:

  1. Planifique adecuadamente su tiempo. Esto implica confeccionar un listado con las tareas a realizar durante la jornada laboral. Lo esencial está en partir por aquellas que requieren más prioridad, para luego pasar a aquellas menos urgentes, pero que necesitan más tiempo y dedicación.  
  2. Trabaje en forma colaborativa. No trate de abarcar más de lo que es capaz de hacer. Si requiere ayuda, solicítela.
  3. Respete los horarios. Tanto las jefaturas como los colaboradores no deben excederse en sus horarios de trabajo. Es facultad de los primeros pedir a los empleados que se retiren a sus hogares una vez finalizada la jornada laboral.
  4. Comparta con sus compañeros de trabajo al inicio de cada día. Se trata de destinar los primeros 10 minutos a relacionarse con sus colegas de oficina, con el fin de saber cómo están, enterarse de las últimas novedades, etc. 
  5. Realice actividad física. La práctica habitual de algún deporte o ejercicio, antes o después del horario de trabajo, resulta ser un buen mecanismo para eliminar las preocupaciones y tensiones que pueda tener un trabajador.
  6. Duerma lo necesario. Evite trasnochar en la semana, ya sea por quedarse hasta tarde en el trabajo o por participar en actividades sociales.
  7. Aliméntese e hidrátese adecuadamente. Coma frutas, verduras y legumbres ricas en fibra. Asimismo, priorice las carnes blancas por sobre las rojas. Además, beba mucha agua, evitando las bebidas alcohólicas y azucaradas.   
  8. Cuide el presupuesto familiar. Controle sus gastos de fin de año. Para los regalos de Navidad, por ejemplo, establezca un presupuesto realista y respételo. Evite usar las tarjetas de crédito y endeudarse en demasiadas cuotas, dado los altos intereses que se deben pagar hoy.
  9. Disfrute y relájese. Destine tiempo los fines de semana para ir al teatro, cine, pasear, leer o compartir con familiares o amigos.