Un reciente artículo denominado “El Futuro del Trabajo en las Economías en Desarrollo”- uno de cuyos autores es el académico de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), Pablo Egaña – sostiene, entre otras cosas, que los trabajos que corren mayor riesgo de automatización y reemplazo son aquellos que involucran tareas rutinarias u operativas, y como contrapartida, los que corren menor riesgo de ser automatizados, son aquellos que involucran habilidades tales como el pensamiento crítico y la creatividad.

Frente a este escenario, Andrés Cardemil, director de HumanNet Consultores manifiesta que:

“La evidencia indica que en la medida que una persona tiene más estudios formales y mayor educación, más altas son sus posibilidades de encontrar un buen trabajo y acceder a mejores remuneraciones. Esto incluso es, esto es más notorio cuando el profesional domina un segundo idioma como, por ejemplo, el inglés”.

Asimismo, el ejecutivo expresa que, como consecuencia de la masificación de las tecnologías, con el tiempo han ido desapareciendo puestos de trabajo muy básicos o que implican tareas rutinarias y repetitivas.

“Por ejemplo, las personas que cumplían la función de cajeros ya han sido reemplazadas por máquinas en ciertas estaciones del metro de Santiago, o en la mayoría de los estacionamientos de los centros comerciales”.

Además, agrega que casi todas las actividades relacionadas con líneas de producción industrial han sido robotizadas, quedando las personas solamente en algunas actividades de “control” o verificación para el aseguramiento de la calidad del producto.

 

VIAJE SIN RETORNO

Cardemil asegura que la automatización seguirá creciendo con los años y que dicho fenómeno llegó para quedarse. No obstante, aclara que el punto esencial en dicho proceso es la velocidad que irá adquiriendo esa transformación.

“Tal como señala el estudio El Futuro del Trabajo en las Economías en Desarrollo, en los países menos avanzados tecnológicamente o economías menos desarrolladas, el proceso de transformación que es inevitable, podría llegar a ser chocante o colapsar una Economía o Empresa si no se toman las medidas a tiempo, al menos a mediano y largo plazo. En este sentido, se debe repensar en cómo estamos educando a la nueva generación. Los programas de capacitación en las Empresas, también deben revisarse y cambiar de paradigma. Fortalecer las habilidades sociales, relacionales, y comprender el por qué o el sentido de lo que se hace o para qué que se hace, resultará fundamental y crítico”,

asevera el director de HumanNet Consultores.

 

Por ello, añade que, tal vez el factor más relevante a la hora de blindarse para no ser fácilmente reemplazado, será desarrollar habilidades socio-emocionales, mal llamadas por algunos “habilidades blandas”, ya que estas habilidades hoy en día cada vez más están siendo conocidas como “habilidades esenciales”.

Explica que algunas de ellas son la creatividad, capacidad de análisis, resiliencia frente a la dificultad, trabajo colaborativo, empatía y asertividad, apertura mental y flexibilidad, entre otras. A la vez recalca que es importante no olvidar que estas habilidades se relacionan más con aquellos aspectos sociales y relacionales de una persona, lo que ayuda a establecer una diferencia esencial con los computadores, e incluso con la Inteligencia Artificial (A.I.).

 

ALGUNOS PASOS

En este sentido, Cardemil compartió una serie de consejos que permitirán a una persona “protegerse” frente al avance de la automatización en el trabajo:

  1. Perfeccionamiento y actualización continua.
  2. Contar con capacidad analítica.
  3. Desarrollar las habilidades socio emocionales.
  4. Comprender la razón de las cosas (¿Por qué?), y no sólo actuar reactivamente.
  5. Potenciar la Creatividad e Innovación.
  6. Dominar un segundo idioma.

Adicionalmente, el director de HumanNet Consultores indica que un trabajador puede destacarse y diferenciarse de otros individuos más resistentes al cambio, y de ese modo agregar valor a su perfil profesional.